© Monica Di Santi
Hola, Ariel. Ahora que ya ha pasado un tiempo de tu experiencia en Canadá me encantaría hacerte una preguntas para que todos los jóvenes sepan a través tuyo cómo fue esa experiencia.
Bueno, la más importante de mis motivaciones fue el simple hecho de salir al extranjero, conocer un nuevo país, una nueva cultura, nueva gente. Y Canadá fue una opción acertada por aspectos profesionales. Como bien dije cuando postulé a la beca, era un egresado de una Escuela de Cine en Valparaíso (actualmente me encuentro titulado), y por mucho tiempo he sabido que grandes producciones cinematográficas toman lugar en la ciudad de Vancouver, Canadá; lugar que es conocido como Hollywood North. Ese detalle fue definitivo para mí, poder tener la posibilidad de presenciar un rodaje profesional o porque no, participar de uno, por suerte, así fue.
Mis expectativas antes de viajar eran simples, conocer y crecer, además de como ya antes mencionado, buscar una experiencia dentro de mi área de estudio. Por supuesto, tenía completa intención de mejorar mi inglés y tener la seguridad de que podría comunicarme con facilidad a cualquier lugar que quisiera ir. Si bien, durante mi estadía en Vancouver, no pude hacer todo lo que tenía planeado, mis expectativas principales fueron cumplidas con extraordinaria satisfacción.
Fue demasiado entretenida, la gente que conocí, las cosas que conversábamos. Sin duda, ir a clases es un pequeño detalle, pues hasta el día de hoy esas personas con las que asistí, las cuales son de diferentes países y continentes, son mis amigos hasta el día de hoy y seguimos en contacto. Las clases las clasifico como necesarias, debo reconocer que mis primeros días me sentía tímido al momento de conversar, de comunicarme, y es aquí donde nace el real objetivo de cualquier clase que tomes, si bien vas a aprender o mejorar tu inglés la clase se encarga por sobre todas las cosas de darte seguridad, que pierdas esa timidez e inyectarte la idea de que eres capaz de desenvolverte en cualquier sitio, es genial.
Bueno, eso definitivamente, no se si fue una suerte loca o el destino; o quién sabe. Como cineasta novato, con la intención de encontrarme con algún rodaje de alguna serie famosa o película (y así fue, me encontré con varias), nunca creí que llegaría a vivir, primero, con una familia maravillosa y, segundo, con una familia compuesta por productores, camarógrafos y compositores cinematográficos.
El apoyo fue de inmediato, luego de mostrarles un pequeño y simple largometraje realizado por mí y un amigo, me contaron que tenían planeado realizar un largometraje independiente durante 3 meses, y querían que me quedara y fuera parte de ello. Me ofrecieron todo, cambiarme los pasajes, la estadía, no me tenía que preocupar de nada, y por supuesto acepte de inmediato y sin dudarlo. Si bien, siempre tuve en mente que esto no significaba un futuro al estrellato, no era lo que me interesaba, ni me interesa tampoco, solo quería ser parte de esa experiencia, y vaya que lo fue. Disfrute cada momento, cada día de trabajo con el equipo; no solo me toco estar detrás de cámara sino que, en contra de todas las probabilidades, descubrimos que no soy mal actor, jajajaja. Pero lo mejor de todo, fue que ellos como equipo y como familia, quedaron contentos conmigo, lo que significó que el día de hoy me insisten en que vuelva, pues tienen otra película que filmar y quieren que sea parte de ese proyecto también.
Las diferencias culturales eran enormes, ellos una familia Canadiense, de procedencia Iraní, miembros de la religión musulmana, me enseñaron mucho de sus costumbres y su religión. Aprendí detalles maravillosos, dentro de sus creencias, la gastronomía y su país. Pero también fue algo recíproco, tal cual como ellos me mostraron quienes son y de donde venía, tal cual como me enseñaron del musulmán, su comida e incluso sus bailes, fue un deber muy entretenido para mi enseñarles sobre las empanadas, sobre Iquique, como pronunciar Iquique, la cueca, las historias y las leyendas de Chile, además de enseñarles groserías en español chileno.
La verdad que no cambió mi vida, pero me dejo hermosos recuerdos. Por supuesto que ahora que diga en mi currículo que trabajé en Canadá filmando, no es menor, sin duda se me toma un poco más en cuenta al momento de que se hagan proyectos. Pero estamos en Chile y ser un cineasta o ser cualquier cosa en el mundo del arte, es increíblemente difícil y no basta con esta experiencia, maravillosa, para cambiar eso. Sigo trabajando en crear, sacando proyectos adelante y sigo soñando con vivir haciendo películas.
Una importancia tremenda, el hecho de mejor mi inglés, mejorar mi comunicación. Facilitar mi intercambio de ideas con otros profesionales extranjeros, es para mí importantísimo. Se me abrieron redes de contactos, redes de apoyo. Si bien, hoy, aún es difícil hacer lo que hago en Chile, sin duda todo esto fue un empuje para ser mejor profesional.
No mucho. Que no pierdan la motivación que los llevo a postular, que sigan adelante y busquen la manera, las clases ya las van a tener pagadas, su trabajo es asistir. Yo tampoco tenía mucho dinero, para ello trabajé, y me esforcé trabajando, de esa manera logre juntar el dinero suficiente para viajar. No existe una fórmula mágica y sé que puede ser decepcionante o desmotivador. Pero es en ese momento que no deben doblegarse, hagan lo que puedan y más. No pierdan las ganas de querer ir.
Ariel, gracias por compartir con nosotros tu experiencia en el extranjero.Mucha suerte en todos tus emprendimientos profesionales y personales.